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sábado, 12 de febrero de 2011

No es tan difícil ¿no?

Desde el momento en que nos despertamos por la mañana hasta el momento en que nuestra cabeza se posa en la almohada por la noche, nuestra vida está llena de preguntas. La mayoría son fáciles de responder y se olvidan enseguida, pero otras preguntas son mucho más difíciles de hacer porque tenemos miedo a la respuesta,preguntas como: ¿podré llegar a ver a mis hijos crecer? ¿cometo un error al casarme con este hombre? ¿podrá quererme de verdad algún día?... ¿Y que pasa cuando nos hacemos esa pregunta tan difícil y obtenemos la respuesta que esperábamos? Bueno, entonces es cuando empieza la felicidad

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